22 jóvenes virtuosos de la música clásica se darán cita en Barcelona el próximo 15 de diciembre para participar en el Barcelona International Young Artists Competition (BIYAC), una competencia de benjamines organizada por Artists International Association, Reial Cercle Artístic de Barcelona y Artistas Intérpretes o Ejecutantes, en la que el ganador tendrá la oportunidad de tocar como solista en un concierto de la temporada 2025-2026 con la Orquesta de la Universidad de Barcelona. Los jóvenes violinistas y celistas de entre 6 a 14 años han sido seleccionados como finalistas, tras una primera ronda virtual en la que tocaron más de 60 participantes de distintas nacionalidades. Desde la organización han asegurado que “se trata de una oportunidad única para que Barcelona sea reconocida por el talento y por la música”.
Los participantes han sido divididos en tres grupos de acuerdo a su edad. El primero, compuesto por los artistas más jóvenes de entre 6 a 8 años, tendrá un repertorio elegido por cada artista con dos piezas clásicas “contrastantes”. El segundo grupo, los niños de 9 a 11 años, tendrá un repertorio de dos “piezas contrastantes en estilos diferentes” por cada niño. El tercer grupo estará compuesto por los niños de 12 a 14 años y contendrá una pieza obligatoria tanto para violín como para violonchelo. La obligatoria será, Chant d’Amour de Albéniz, una obra que, según los organizadores, permitirá evaluar de mejor forma la “expresividad musical”.
Además de la posibilidad de tocar en la Orquesta de la Universidad de Barcelona, el ganador de la competición recibirá 1.000 euros, el segundo lugar 500 y el tercer lugar 300. Los niños también podrán ganar premios como un arco de violoncelo, un estuche para violín o cuerdas de alta calidad para su instrumento. El jurado estará compuesto por músicos de una “trayectoria reconocida y experiencia en competiciones infantiles internacionales” como Juan Alonso Mendoza, director artístico de la Escuela Reina Sofía y la Fundación Albéniz, Svetlana Makarova, violinista del conservatorio Lausanne en Suiza o Javier Mateos, violinista y asistente del director en la Orquesta de Valles. El evento finalizará con el concierto de gala, el 17 de diciembre, con la intervención de los seis músicos finalistas en el Reial Cercle Artístic de Barcelona.
Oksana Solovieva, violinista y una de las organizadoras del concurso, ha asegurado este lunes que para la primera edición del BIYAC habían pensado en realizar la final con 15 concursantes, “pero finalmente admitimos a 22 porque había niños tan talentosos que simplemente no podíamos decir que no”. Solovieva ha asegurado, junto con Goretti López, vicepresidenta de AIA, que los concursantes han sorprendido a los miembros del jurado: “van a tocar obras que se tocan en grado superior, estamos impresionados, el nivel es brutal”, aseguraron durante la presentación del evento. “Muchos participantes vienen con sus padres o con sus profesores, que también son músicos increíbles, esto es algo que llenará aún más de talento a la competición”, agregaron desde la organización. Andrey Baranov, violinista y padre de uno de los concursantes, impartirá una clase magistral para los concursantes.
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Los participantes han sido divididos en tres grupos de acuerdo a su edad. El primero, compuesto por los artistas más jóvenes de entre 6 a 8 años, tendrá un repertorio elegido por cada artista con dos piezas clásicas “contrastantes”. El segundo grupo, los niños de 9 a 11 años, tendrá un repertorio de dos “piezas contrastantes en estilos diferentes” por cada niño. El tercer grupo estará compuesto por los niños de 12 a 14 años y contendrá una pieza obligatoria tanto para violín como para violonchelo. La obligatoria será, Chant d’Amour de Albéniz, una obra que, según los organizadores, permitirá evaluar de mejor forma la “expresividad musical”.
Además de la posibilidad de tocar en la Orquesta de la Universidad de Barcelona, el ganador de la competición recibirá 1.000 euros, el segundo lugar 500 y el tercer lugar 300. Los niños también podrán ganar premios como un arco de violoncelo, un estuche para violín o cuerdas de alta calidad para su instrumento. El jurado estará compuesto por músicos de una “trayectoria reconocida y experiencia en competiciones infantiles internacionales” como Juan Alonso Mendoza, director artístico de la Escuela Reina Sofía y la Fundación Albéniz, Svetlana Makarova, violinista del conservatorio Lausanne en Suiza o Javier Mateos, violinista y asistente del director en la Orquesta de Valles. El evento finalizará con el concierto de gala, el 17 de diciembre, con la intervención de los seis músicos finalistas en el Reial Cercle Artístic de Barcelona.
Oksana Solovieva, violinista y una de las organizadoras del concurso, ha asegurado este lunes que para la primera edición del BIYAC habían pensado en realizar la final con 15 concursantes, “pero finalmente admitimos a 22 porque había niños tan talentosos que simplemente no podíamos decir que no”. Solovieva ha asegurado, junto con Goretti López, vicepresidenta de AIA, que los concursantes han sorprendido a los miembros del jurado: “van a tocar obras que se tocan en grado superior, estamos impresionados, el nivel es brutal”, aseguraron durante la presentación del evento. “Muchos participantes vienen con sus padres o con sus profesores, que también son músicos increíbles, esto es algo que llenará aún más de talento a la competición”, agregaron desde la organización. Andrey Baranov, violinista y padre de uno de los concursantes, impartirá una clase magistral para los concursantes.
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