Entrevistadas que se han transformado en amigas. Ese podría ser el resumen de lo que me ha pasado con la nadadora Marta Fernández desde que la conocí. En #SoyAlfredo, nueva vida sigo reencontrándome con deportistas a las que entrevisté en las dos primeras temporadas. Esta vez piso el vallisoletano Centro Deportivo Río Esgueva para juntarme con una persona con la que el feeling siempre ha sido máximo.
Además de esta experiencia con Iberdrola, a Marta y a mí nos unen los Juegos Paralímpicos de París, en los que ella compitió mientras yo animaba desde la grada. La burgalesa, que ganó tres medallas en la cita francesa, afirma que esta competición fue muy especial. “Siempre he dicho que eran mis primeros Juegos normales e iba de novata”, reflexiona. Los compara con un estreno en los Juegos Paralímpicos de Tokio, con un protocolo especial por la pandemia del coronavirus que impidió la presencia de público en las gradas. “Fue muy especial tener a mi familia y a mi entrenador animando”, afirma.
Familia y horizonte. “Gracias a ellos estoy aquí”, reconoce. “Yo soy la cara visible, pero hay mucha gente detrás”, matiza para introducir la importancia de todo el equipo que le rodea. Luis Huerta, otro nadador castellanoleonés que acudió a los Juegos de París, sus entrenadores e “incluso mis amigos, que tiran de mí cuando yo no tengo el día”.
“Mientras le pueda echar una mano a la gente, tiene sentido todo esto”
Fernández sitúa los Paralímpicos como aquellos en los que pensó “puedo seguir ahí luchando por estar entre las mejores”. Pensamiento al que no habría llegado si no tuviera el apoyo de empresas para dedicarse a entrenar. “Son una parte fundamental porque me ayudan a crecer como deportista”, reflexiona y señala a Iberdrola por su labor fundamental en el deporte femenino y el paralímpico. “No solo con recursos, apoyando ligas y competiciones, sino dándonos visibilidad a todas las deportistas paralímpicas y también femeninas”, comenta quien afirma que la discapacidad le ha dado la posibilidad de cumplir sueños.
Rodearse de un gran equipo es lo que dice que le ayuda a triunfar en el deporte, lugar en el que intenta ser una inspiración para los demás. “Mientras les pueda echar una mano, tiene sentido todo esto”, comenta sobre una forma de vida que le hace seguir enfrentándose a retos.
Volviendo a la rutina tras parar un poco después de los Juegos Paralímpicos de París, el próximo objetivo internacional de Marta Fernández es el mundial de natación adaptada que se celebrará en Singapur en septiembre de 2025. Más allá de esta fecha, tiene un sueño: “Quiero estar en Los Ángeles 2028”, sentencia, aunque es consciente de que queda mucho tiempo y que no sabe lo que le deparará el futuro.
“Quiero estar en Los Ángeles 2028”
Esa cita paralímpica la tengo entre ceja y ceja tras mi incursión en la halterofilia y le pido un consejo, que resulta ir en consonancia con el que me dio Loida Zabala. “Te aconsejo que disfrutes del deporte, que si te gusta, sigas practicándolo y que vayas paso a paso”, me comenta.
Es consciente de que la discapacidad le ha cerrado puertas, pero tiene una visión optimista: “Hay ciertas cosas que no voy a poder hacer o que las tengo que hacer de otra forma, pero creo que me ha abierto más de las que me ha cerrado. Por ejemplo, me ha abierto la del deporte, que me ha hecho ser la persona que soy”.
Una persona que tiene un deseo en relación a la discapacidad. “Ojalá en algún momento consigamos que la sociedad se dé cuenta de que la persona es lo que importa y la discapacidad es solo una característica más”, concluye. Y así lo sentencia una mujer paralímpica que saca fuerzas de donde sea para combinar su vida de entrenamientos, actos y trabajo como funcionaria en la administración general del estado y que, como ella misma reconoce, se apoya en el resto cuando las cosas no funcionan.
Cargando…
www.20minutos.es