Tim Burton ha dibujado un círculo. Aunque su primer largometraje fue La gran aventura de Pee-Wee (1985), su historia comenzó realmente con Bitelchús (1988). El divertido y desprejuiciado bioexorcista le mostró al mundo los ingredientes que componían la mente de uno de los grandes creadores audiovisuales de este siglo. Con Bitelchús Bitelchús, que llega al streaming de España de la mano de Max este 6 de diciembre, Tim Burton regresa al punto de partida.
La secuela se ha rodado 36 años después que el original, pero ha encontrado a Tim Burton en un lugar muy parecido. Tras atravesar una crisis creativa que él mismo ha hecho pública y que estuvo a punto de retirarlo, Tim Burton ha resurgido, de nuevo, gracias a Bitelchús. Su mejor proyecto desde Frankenweenie ha supuesto una vuelta a los orígenes, estética y argumental, en la que la fusión de lo gótico con la comedia ha recuperado el efecto de antaño.
¿De qué trata 'Bitelchús Bitelchús'?
La (en realidad, muy triste) historia del matrimonio Maitland ha quedado atrás. Bitelchús Bitelchús abandona a su suerte a los personajes interpretados por Alec Baldwin y Geena Davis para centrarse en Lydia Deetz, a quien encarna otra vez Winona Ryder. Ahora, Lydia ya no es una niña que baila, suspendida en el aire, para celebrar que ha aprobado un examen. En su lugar, nos encontramos con una celebridad mediática que dispara audímetros con su programa sobre el mundo de lo paranormal.
Lydia ha conservado su habilidad para traspasar los muros que nos separan del mundo de los muertos. Esto se convierte en un problema cuando, con motivo de la inesperada e hilarante muerte de su padre, Lydia regresa a la casa familiar que, años atrás, encantaron los Maitland. Esta vez, lo hace junto a su hija, a la que da vida Jenna Ortega, y su novio, interpretado por Justin Theroux.
Como recordarás, Bitelchús acaba con el fantasmagórico matrimonio Maitland interponiéndose para que Lydia no se case con Bitelchús. Esto no sienta muy bien al procaz espíritu, que décadas más tarde sigue aguardando con paciencia su oportunidad.
La llegada de Lydia la pone a su alcance. Eso sí: necesita que alguien lo conjure para dar el paso definitivo. Entre tanto, una enigmática mujer con el rostro de Monica Bellucci recorre el inframundo cobrándose una víctima tras otra. Igual que Bitelchús busca a Lydia, ella busca a Bitelchús. No obstante, sus intenciones son algo menos románticas.
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