'Adopta un inquiokupa', la campaña de los afectados por la okupación contra las prórrogas antidesahucios

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Las inquiokupación es uno de los problemas más abordados por los medios de comunicación. Así, cada día conocemos un nuevo caso de okupación o inquiokupación y las víctimas, cansadas de tener que hacer frente a los gastos de los delincuentes, han decidido alzar la voz.

Este jueves, Espejo Público ha dado a conocer la nueva campaña de la Plataforma de Afectados por la Okupación, cuyos miembros han difundido una serie de carteles bajo el lema 'Adopta un inquiokupa'.

En los folletos, de temática navideña, se pretende concienciar de los problemas originados por este tipo de delincuentes y las consecuencias que tienen para las víctimas que, en muchas ocasiones, acaban arruinadas y con problemas relacionados con la salud mental.

Así, el matinal se ha desplazado a Arrigoriaga, en Vizcaya, donde Aketza alquiló hace cuatro años un piso de 48 metros cuadrados a una madre y su hija de siete años por 475 euros al mes. Además, el contrato también contaba con el alquiler de la lonja, situada justo debajo, por 275 euros al mes.

Sin embargo, a los dos años, dejaron de pagar y, a día de hoy, han llegado a denunciar a Aketza por acoso y ni siquiera pagan los suministros: "Los gastos de mi hipoteca y demás son 670 euros. Yo no quiero hacer negocio, pero esto está suponiéndome la ruina y mis hermanos me tienen que estar dejando dinero".

"Nada más hacerles el contrato, ella metió a su hermana y sus dos hijos, a los novios de ambas y a los padres de ella. Cuando la denuncié por no pagar, se quedó embarazada y les han dado la vulnerabilidad y no se les puede sacar. Yo les pedí que se fuesen y ellas me dijeron que les tenía que pagar todo lo que ellas me habían pagado hasta entonces", ha agregado el afectado, que decidió no ceder chantaje.

Ante este problema, generalizado en el municipio, los vecinos afectados se manifiestan cada lunes en la plaza del Ayuntamiento, donde los responsables aseguran que tratarán de dar todas las ayudas posibles a las okupas para que, así, puedan pagar por el alquiler del piso de Aketza.

"No tengo ganas de entrar porque la casa me la han destrozado entera, que me lo han dicho. Siento mucha impotencia porque es una injusticia que no se pueda hacer nada", ha agregado Aketza que, finalmente, ha sentenciado: "Podría cogerlos algún políticos y meterlos en su casa o en la de algún familiar, a ver lo que les parece".

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